El centro de ocio surge como solución para subsanar un vacío dentro de la ciudad, un espacio que actúa como charnela entre el polígono de Los Rosales y la trama urbana. La actuación consiste en desarrollar un contenedor de diversos elementos y actividades, focalizando las relaciones humanas, un punto de referencia dentro de la ciudad.
El edificio se compone de un complejo destinado a equipamiento social, complementado por actividades de ocio, entre las que se incluye una pista de hielo.