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Galicia es una de las zonas de Europa con mayores niveles de Gas Radón y su presencia es altamente nociva para la salud, siendo la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco. La entrada en vigor de la Directiva Europea 2013/59/EURATOM obliga a controlar la concentración de gas RADÓN en las viviendas y a establecer medidas de mitigación.
¿Qué es el Radón?
El radón es un gas radiactivo de origen natural, derivado de la desintegración del radio que, a su vez, proviene de la cadena de desintegración del uranio. Es un peligro «invisible» ya que es incoloro, inodoro e insípido.
El Radón proviene, en su mayoría, de emanaciones del terreno y es peligroso en espacios cerrados donde se acumula y puede elevar su concentración. A partir de entre los 100 y 300 Becquelerios por m3 se convierte en un riesgo para la salud. La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo considera un agente cancerígeno de Grado I.
¿Qué sucede en Galicia?
El Radón se encuentra vinculado a suelos de pizarra y granito, ambos muy frecuentes en Galicia que se convierte, por tanto, en una de las zonas de la Península con mayor presencia de este gas.
El Consejo de Seguridad Nacional recrea en este mapa las zonas de actuación prioritaria, aquellas con potencial de radón superior a 300 Bq/m3, y en color granate se muestran los municipios en los que hay población que reside en zonas de actuación prioritaria con más de un 75% de población total del municipio expuesta a los efectos radioactivos del gas.
Con más detalle vemos los «Mapas de Radón de Galicia por Municipios» elaborado por el Laboratorio de Radón de Galicia, uno de los pioneros en estudiar los efectos de este gas radioactivo en la salud, que marcan el porcentaje de medidas de más de 200 Bq/m3 y de más de 300 Bq/m3 por Municipio.
¿Cómo entra el Radón en nuestras viviendas?
Como ya hemos mencionado, el Radón está presente en los suelos y atraviesa los poros del terreno hasta disolverse en los gases atmosféricos; el problema está cuando penetra en el interior de los edificios y se acumula aumentando su concentración. En este caso, su inhalación puede llegar a causar cáncer de pulmón.
El Radón penetra al interior de los edificios no protegidos a través de la solera, del interior de de la cámara de aire de los muros exteriores, sótanos, conductos de saneamiento, forjados o bien fisuras y grietas. Por eso, se hace imprescindible su control y erradicación para proteger la salud pública.
En esta imagen, extraída de la publicación «Protección frente a la inmisión de Gas Radón en edificios», se ven claramente las vías de acceso del gas al interior de los edificios.
Para establecer si hay niveles peligrosos de concentración de Radón es imprescindible realizar mediciones y una vez obtenidos los resultados, si estos son significativos, establecer medidas de mitigación mediante sistemas de barrera o bien sistemas de extracción.
¿En qué consiste la Directiva 2013/59/EURATOM?
En 2014 el Consejo de Europa publicaba una Directiva con las medidas que los Estados miembro deberían tomar para proteger a la población de los efectos negativos de la exposición al gas radioactivo. La Directiva obliga, desde su entrada en vigor, a la realización de mediciones en zonas de riesgo y a reducir la concentración de Radón cuando se registre un mínimo de 300 becquerelios por metro cúbico. Por tanto, no deben superarse los 300 Bq/ m3 en viviendas y lugares de trabajo (límite no demasiado exigente si tenemos en cuenta que la OMS establece un límite máximo de 100 bequerelios/metro cúbico y Estados Unidos lo pone en 148 bq/m3).
Desde Europa se insta a los Gobiernos a que introduzcan las modificaciones que sean necesarias en los Códigos Técnicos de Edificación para evitar la entrada del gas en los edificios de nueva construcción y a tomar las medidas pertinentes para reducir la concentración de gas en los ya existentes.
En estos cuatro años los Estados tendrían que haber realizado una Normativa específica para recoger y cumplir con la Directiva, pero España es uno de los países que no ha actuado en ese sentido y que a día de hoy no está en disposición de cumplir con la Directiva europea.
La única acción realizada por España data del noviembre pasado en la que se realizó una Consulta Pública previa sobre el proyecto de Real Decreto para la modificación del Código Técnico de la Edificación pero la realidad es que el plazo dado por la Unión Europea para transponer la Directiva ha expirado y ésta ya entró en vigor directamente el día 8 de febrero.
Esperemos que se den pronto los próximos pasos que ayuden a clarificar la manera más efectiva de proteger a la población de los efectos nocivos de este gas en su vivienda y puesto de trabajo.
MÁS INFORMACIÓN:
TRÍPTICO LABORATORIO DE RADÓN DE GALICIA
RADÓN: Guía de recomendacións de mitigación en vivendas existentes. Xunta de Galicia
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